Resulta que ante la alta cantidad de turistas y visitantes que acuden al reciento francés, provocó que sus empleados, aplicarán el código laboral francés “derecho de retirada”, que significa poder ausentarse de su puesto sin informar por considerar que no se dan las condiciones para ejercer su trabajo de manera segura.
Lo anterior, provocó que el Museo francés se viera obligado a cerrar de manera excepcional el día lunes tras la retirada de agentes de seguridad y recepción de clientes, que denuncian una falta de efectivos “insostenible”.
“Debido a la adopción del derecho de retirada por una parte de los agentes de acogida y vigilancia del museo en razón de la fuerte afluencia, el Museo del Louvre estuvo cerrado ayer lunes 27 de mayo,” comentaron a través de la cuenta oficial en Twitter.
El sindicato Sud Culture Solidaires denunció en un comunicado la “degradación sin precedentes de las condiciones de la visita” así como las de trabajo, pese a que la industria turística deba felicitarse por el aumento del público, que en 2018 superó los 10 millones de personas.
“El público ha aumentado más de un 20 por ciento desde 2009. El recinto no deja de crecer. En cambio, los efectivos no han hecho más que disminuir. La situación hoy es insostenible,” dijo el sindicato.
Un centenar de trabajadores se manifestaron frente al Ministerio de Cultura francés, no muy lejos del Louvre, donde reivindicaron mejores condiciones de trabajo. Así como el respeto al público.
