Comía perros y los vendía como carne enchilada, de esto acusan a mujer de Bosques de San Sebastián

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Un velo de misterio cubría la extraña desaparición de perros y gatos en la unidad habitacional Bosques de San Sebastián desde hace año y medio. La tarde de ayer, vecinos lograron descubrir que una mujer y uno de sus hijos de 10 años, se dedicaban al robo de los animales y lo peor, es que la fémina vendía carne enchilada los fines de semana afuera una Farmacia Guadalajara, al parecer, producida con los canes. Aunado a que el menor comentó a la policía que su alimento eran las mascotas sin vida que su madre guardaba en el refrigerador.

A pesar de que los vecinos ya lo habían reportado a las autoridades policíacas y del Ayuntamiento de Puebla, nadie les hacía caso para llevar a cabo una investigación más a fondo sobre la misteriosa desaparición de los animales.

Fue hasta ayer por la tarde-noche que a uno de los vecinos le dijeron que habían visto a su perro en el departamento 52 de la calle 1 B, por lo que fue a reclamar a la moradora de la casa 4, que le devolviera a su perro Bongo, un French Poodle perdido el pasado 13 de septiembre y que respondía a su llamado con un peculiar silbido que realizaba el dueño. Dicho ejercicio hizo en el lugar y el animal comenzó a ladrar dentro de la casa de la fémina.

La mujer se opuso a entregar al animal, pero en un descuido el can logró escapar y la responsable corrió hacía la calle, por lo que otros vecinos entraron a la casa y se llevaron una aterradora experiencia, pues dentro había alrededor de 30 perros y gatos en condiciones deplorables, pero lo más tétrico fue el hallazgo de otros canes sin vida almacenados dentro de un refrigerador y otros botes.

Alguien corrió por la mujer y tras darle alcance, ésta reveló llamarse María Antonieta, de unos 35 años de edad, quien terminó por confesar que secuestraba a los animales para posteriormente pedir recompensa por ellos.

Con información del Sol de Puebla

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