¿Cuál es la utilidad de la Inflación Subyacente?

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He dedicado varias de mis columnas anteriores, publicadas en este diario, a explicar la forma en que el Banco de México (Banxico) conduce la política monetaria, haciendo especial énfasis en lo que puede y no puede hacer esta poderosa herramienta de la política económica. En nuestro país, está enfocada en mantener una inflación baja y estable por mandato constitucional, usando la tasa de interés nominal de corto plazo como su instrumento por excelencia. Lo que no puede hacer la política monetaria es la generación de crecimiento económico porque no le han conferido el famoso mandato dual como lo tiene la Reserva Federal de Estados Unidos, pero sirve para moderar o atenuar el ciclo económico.

Hablamos de la meta de inflación multianual de 3% con un rango de variación de +/-1%, de los años en que la política monetaria ha sido exitosa y ha cumplido con su objetivo, en cuáles no y explicamos las causas del incremento inflacionario. Pero ¿qué es la inflación?, ¿qué bienes y servicios se miden en el índice nacional de precios al consumidor?, ¿cuántos tipos de inflación nos presenta Banxico?, ¿cuál es el más importante? Sin duda existen muchas dudas en torno a la inflación y cómo se mide, en especial cuando leemos o escuchamos conceptos como inflación general, inflación subyacente y no subyacente.

De entrada debemos conocer con exactitud la definición de inflación “es el aumento generalizado de los precios”. Esta importante variable macroeconómica se calcula a través del índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) y están incluidos alimentos, bebidas y tabaco; mercancías no alimenticias; vivienda, educación y otros servicios; bienes agropecuarios como frutas y verduras; pecuarios como carnes y el huevo; energéticos y tarifas no autorizadas por el gobierno. Cada uno de estos bienes y servicios pueden experimentar aumentos en el precio dependiendo de las condiciones de la oferta y la demanda en cada uno de sus respectivos mercados, otros pueden estar disminuyendo su precio, pero la inflación mide el incremento promedio de todos estos bienes y servicios.

Mientras tanto, la inflación subyacente, conocida como core inflation, según INEGI es “el aumento de los precios de un subíndice del INPC que contiene a los genéricos con cotizaciones menos volátiles o con evolución más estable”. Para su medición se eliminan los bienes agropecuarios, los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno ya que son los componentes más volátiles del INPC. La inflación subyacente es una medición importante y complementaria a la inflación general, no la sustituye, teóricamente marca la tendencia de la inflación en el mediano y el largo plazos. Por lo tanto, en el corto plazo observamos desviaciones de la inflación general respecto de la subyacente, pero en el largo plazo la primera debe converger hacia la segunda. Por esta razón reviste una especial importancia para la instrumentación de la política monetaria.

Para Jonathan Heat, subgobernador del Banxico, “la característica principal de la inflación subyacente es que agrupa a los precios que obedecen a una lógica distinta, que en principio no es susceptible a las decisiones tradicionales de política monetaria”.

En el gráfico se observa que a partir del 2003, año en que se comienza a utilizar el objetivo de inflación de 3%, la inflación subyacente se encuentra dentro del rango objetivo (área sombreada) salvo los años 2008 y 2017 cuando se experimentaron las tasas de inflación más elevadas del periodo de estudio. Así mismo, se nota un comportamiento más suavizado o menos volátil de la inflación subyacente que, generalmente, se encuentra por debajo de la inflación general.

El promedio de la inflación general del 2003 al 2019 es de 4.13%, mientras que la subyacente es de 3.65%, lo que implica que se ha cumplido con el objetivo de mantenerla dentro del rango inflacionario especificado por la autoridad monetaria. La volatilidad la podemos medir a partir de la varianza, siendo 1.30 para la inflación general y 0.51 para la subyacente, la menor varianza de la segunda significa menos volatilidad. En la actualidad la inflación subyacente es mayor que la general, en la primera quincena de mayo del 2020 la tasa anual de la general se ubica en 2.88%, mientras que la subyacente en 3.75%. Esto es indicativo que en el mediano plazo la inflación general puede presentar un incremento, tomando en cuenta el efecto de la depreciación del tipo de cambio, por lo que es probable que a finales del año ambas estén por arriba del 4%.

El Banco Central Europeo ha desarrollado una nueva medición llamada Super Core Inflation cuyo objetivo es contar con un índice de precios que presente una mayor asociación a los cambios en la actividad económica que incluso el subyacente. Esta nueva inflación incluye solamente los bienes y servicios cuyas variaciones se asocian positivamente y tienen una significancia estadística con la brecha del producto. Banco de México la mide a partir del 2018 y la llama inflación subyacente fundamental, pero ésta se explicará con mayor detalle en otro espacio.

La inflación es una variable de gran influencia para los agentes económicos, por ello la importancia de comprenderla, monitorearla y tomarla en cuenta para la toma de decisiones tanto presentes como futuras.

Dr. Luis Alberto Bravo Pérez

Twitter: IMacroeconomica

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