El Covid-19: la tormenta perfecta para la cuarta transformación

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El pasado jueves 30 de abril INEGI publicó las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) para el primer trimestre del año. A partir de ese momento se han generado un sinnúmero de artículos acerca del comportamiento de esta importante variable durante el gobierno de López Obrador con diferentes conclusiones, pero con un común denominador: un país en recesión económica.

Esta columna tiene como objetivo realizar un análisis comparativo entre los resultados de la actual administración con los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa (FCH) y Enrique Peña Nieto (EPN), así cada uno de ustedes, estimados lectores, sacará su propia conclusión al respecto.

¿Por qué resulta tan importante el PIB para una economía? Porque representa el valor monetario de todos los bienes y servicios producidos en un país en un determinado periodo de tiempo, en México nos presenta INEGI datos trimestrales y, según el investigador y el tipo de análisis requerido, se pueden obtener diferentes tasas de crecimiento. Las series más importantes y las que se deben utilizar para el análisis son las desestacionalizadas o ajustadas por estacionalidad, es decir, aquellas en las que se remueven las influencias intra-anuales como festividades, periodos vacacionales escolares, efectos del clima en las diferentes épocas del año, el periodo navideño, entre otros.

Para armonizar los datos de la tasa de crecimiento del PIB de la economía mexicana con la de Estados Unidos, lo adecuado es utilizar la variación porcentual de un trimestre con respecto al trimestre inmediato anterior, tal como lo hace el vecino país del norte. Tomando en cuenta esta metodología de cálculo, los resultados del gobierno actual se muestran en el siguiente gráfico:

El resultado es una severa recesión económica, llevamos cinco trimestres CONSECUTIVOS creciendo de forma negativa, es decir, trimestre a trimestre la producción de bienes y servicios ha disminuido. Es importante resaltar que el Covid-19 no estuvo presente en todo el 2019, de hecho, poco es el efecto en el primer trimestre de este año. El promedio de crecimiento trimestral durante el corto tiempo que lleva el actual gobierno es de -0.40%. Para poner estos resultados en contexto, Estados Unidos reportó una caída de su PIB para el primer trimestre del año de -1.2% con al menos un mes de efecto Covid-19. La tasa anualizada de crecimiento de Estados Unidos para este 2020 es de -4.7%, mientras que para México de -6.05%, esto bajo el supuesto que se decrezca a la misma tasa de -1.2 y -1.55% durante los próximos tres trimestres del año, respectivamente.

Esta recesión sin duda es endógena, es decir, inducida por el pésimo manejo de la economía por parte del actual gobierno, señales negativas a los inversionistas, cancelación de fuertes inversiones, incongruencia en los discursos, pugnas con la iniciativa privada y una ausencia casi total de un rumbo definido. 

Una vez puestos los resultados de AMLO sobre la mesa, inicio la comparación con aquellos presentados por EPN a través del siguiente gráfico:

En el periodo de EPN solo se reportan cuatro trimestres con crecimiento negativo, pero NINGUNO consecutivo. Esto significa que en ningún momento se presentó una tendencia recesiva, estas tasas negativas se pudieron deber a fenómenos pasajeros que presentaron una ligera probabilidad de repetición. El crecimiento promedio de los trimestres negativos es de -0.16%, resultado evidentemente menos negativo que el de Andrés Manuel. Lo preocupante del asunto radica en que todos los trimestres del periodo actual ha presentado tasas negativas, número mayor a todo el sexenio de EPN.

El sexenio más polémico para los fieles seguidores del presidente ha sido el de FCH. Por esta razón presento sus resultados en el siguiente gráfico:

Durante el gobierno de FCH se presentó la crisis más fuerte desde aquella ocurrida en 1929, por cierto, una crisis considerada como un choque exógeno ya que tuvo lugar en Estados Unidos durante el 2008-09, es decir, no fue inducida endógenamente por el gobierno en curso. Con todo y la crisis hipotecaria el sexenio solo presenta, al igual que EPN, cuatro trimestres con tasa negativa, TRES de ellos CONSECUTIVOS, el cuarto del 2008 y los dos primeros del 2019 cuyo promedio es de -2.12%. En efecto, una tasa más negativa que la de AMLO, pero a la luz de una severa crisis económica.

¿Qué nos espera?

Los efectos del paro económico de los meses de abril y mayo profundizarán la crisis en México y será con los resultados del segundo trimestre en donde realmente se noten los problemas causados por el Covid-19. Como se darán cuenta, estimados lectores, la tan citada época neoliberal aun con la crisis hipotecaria del 2008-09 ha derivado en mejores resultados en cuanto al crecimiento económico que la famosa cuarta transformación. No nos dejemos engañar por los discursos presidenciales que señalan al modelo neoliberal como el único culpable de la crisis que estamos viviendo, hasta el 31 de marzo del año en curso el culpable ha sido el presidente y todos los que integran su gabinete.

Diversos analistas económicos pronostican que el crecimiento para México estará en un rango de entre -7.5 y -12%, lo cual significa la peor caída en al menos 80 años. El proyecto del presidente continua a pasos agigantados, el Covid-19 es la tormenta perfecta para que la cuarta transformación se deslinde de los pésimos resultados en materia de crecimiento. Por esta razón, al presidente, efectivamente, le ha caído como anillo al dedo.

 

Dr. Luis Alberto Bravo Pérez

Twitter: @IMacroeconomica

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