La Competencia Simulada de Pemex en el Mercado de los Combustibles

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Sabe usted, estimado lector, ¿Cómo se determina el precio de un litro de gasolina? Hasta antes del 2013 la pregunta hubiera sido sencilla de responder, pues al ser Pemex un monopolio estatal, el precio de la gasolina lo determinaba la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) bajo los siguientes criterios: Precio Productor (PP) y Precio de Venta al Público (PVP). El PP se obtenía a partir del precio de referencia internacional de la gasolina correspondiente, mientras que el PVP se determinaba por el PP, los costos de transportar la gasolina, el margen comercial y los impuestos (IEPS e IVA).

De 1938 al 2013, años en los que Pemex no tuvo ningún competidor en el mercado de las gasolinas, se buscaba reflejar en el precio los costos reales de producción, lo cual se hacía a través del precio de referencia internacional al momento de determinar el PVP.

De esta forma, cuando la SHCP determinaba el PVP ya consideraba el valor del precio de referencia internacional, por tal motivo, cuando dicho precio aumentaba también debía de hacerlo el PVP, pero esto no sucedía porque el precio se ajustaba a través de un subsidio proveniente del “IEPS”, lo que al final representaba una tasa variable y pérdidas para el gobierno. Tan solo, entre el 2010 y el 2014 se registraron pérdidas por concepto de IEPS por $504 mil millones de pesos, aproximadamente.

Por tal motivo, a partir del 2016, el gobierno decidió eliminar los controles sobre el precio de la gasolina y optó por liberar el precio para que este fuera determinado por el libre mercado, en otras palabras, que fuera determinado sin ningún mecanismo de control, pero esto tampoco sucedió. El precio reflejado en las estaciones de servicios era determinado por una “banda de fluctuación”, compuesta por un valor mínimo y uno máximo entre los cuales podía fluctuar el precio de venta de las gasolinas durante 2016, estos valores se fijaban al inicio del año.

Debido al control que el gobierno seguía ejerciendo sobre el precio de la gasolina en 2016, se decidió eliminar las “bandas de fluctuación” para 2017 y que, por primera vez, hubiera empresas distintas a Pemex encargadas de vender gasolina, con la finalidad de generar competencia entre las estaciones de servicio, pues ahora los precios de cada estación reflejarían los costos reales del precio de referencia internacional, los costos de transportar la gasolina, el margen comercial y los impuestos (IEPS e IVA). Esta etapa es conocida como “cronograma de flexibilización” y los precios tampoco estuvieron exentos del control del gobierno, pues se estableció que mientras las empresas extranjeras llegaban a todas las regiones del país se fijaría el precio máximo al que legalmente se podía vender la gasolina, lo cual duraría hasta noviembre del mismo año. Finalmente, se dijo que a partir del 2018 el litro de gasolina estaría libre de cualquier control y, por consecuencia, de cualquier subsidio que simulara un precio competitivo.

Actualmente, sigue existiendo incertidumbre si los precios de la gasolina están reflejando los costos reales de producción o si estos siguen siendo controlados por el gobierno, ya que en las regiones fronterizas del norte, a diferencia del interior de la república, los precios de la gasolina tienen un estímulo fiscal que va desde los $0.130 centavos hasta los $4.55 pesos por litro; esta forma de discriminación en los precios solo lo puede hacer una empresa que tenga poder de mercado, lo que implica que en el norte la Paraestatal está simulando un mercado competitivo a través de una disminución en la tasa del IEPS. Entonces ¿Por qué no aplicar el estímulo fiscal en todo el territorio nacional para que el precio disminuya?

Dr. Luis Alberto Bravo Pérez

Twitter: @luisbeto8

Lic. Javier López Jiménez

E-mail: lopezjjv@gmail.com

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