El Santo, 35 años del fallecimiento del Enmascarado de Plata

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Rodolfo Guzmán Huerta fue uno de los mejores luchadores que ha visto la historia del deporte en México y en el mundo, un guerrero que portando una máscara de plata se convirtió en héroe de generaciones y en todo un símbolo de la cultura mexicana.

El Santo es el nombre del personaje que lo llevó a la fama, el cual comenzó a usar en 1942, año en que luchó por primera vez en la Arena México como parte del bando rudo.

Posteriormente, El Santo quedó inmortalizado en una historieta, una serie animada, más de 50 películas, diferentes exposiciones y con un legado que continúa gracias a sus hijos.

Rodolfo Guzmán nació en Tulancingo, Hidalgo el 23 de septiembre de 1917, comenzando su carrera como luchador en 1934 portando nombres como Demonio Rojo, Murciélago II, Enmascarado y El Hombre Rojo.

“Debuté a los 16 años de edad. Mi primera lucha fue contra un luchador que es referí ahora, Eduardo Palau. Y en una desaparecida arena, Anáhuac, y después salté a la Arena México, de la colonia Doctores, pero la arena vieja, no la moderna, ahí debuté como El Santo”, comentó en alguna entrevista.

Su despedida de los cuadriláteros se dio en 1982, el 12 de septiembre en el escenario del Toreo Cuatro Caminos, en una función donde estuvieron presentes entre otros Gory Guerrero, el Huracán Ramírez, El Perro Aguayo, el Texano, entre otros.

Fue el 5 de febrero de 1984 cuando Rodolfo Guzmán, El Santo, falleció esto tras una actuación en el Teatro Blanquita en donde realizaba actos de escapismo. Fue sepultado en Mausoleos del Ángel.

Como momento curioso, solo nueve días antes de su fallecimiento, El Santo fue invitado al programa Contrapunto con diferentes estrellas de la lucha libre y en un movimiento inesperado dejó ver una parte de su rostro, la única vez que lo permitió.

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