El Instituto Electoral de Puebla ya planea empatar el calendario de las elecciones extraordinarias en los cinco municipios con la de gobernador del estado, tras el terrible fallecimiento de la gobernadora electa, Martha Erika Alonso.
De ser así, Puebla estaría votando por un nuevo gobernador el 26 de mayo, la campaña sería del 23 de abril al 22 de mayo, y el registro de candidatos entre el 1 y el 7 de abril.
Esa es la fecha límite, del 1 al 7 de abril para que el morenovallismo que ha quedado en la orfandad con la muerte de Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso, se reagrupe, decida a quién apoyará y trabaje.
El exgobernador, Tony Gali; el jefe de la oficina, Luis Banck; el operador electoral, Eukid Castañón; y Roberto Moya Clemente, pelearán por quién será el nuevo líder de un grupo que ha quedado a la deriva y que o se recompone o muere.
La situación entre los de Morena tampoco será sencilla. Luis Miguel Barbosa sigue a la cabeza como líder moral, pero Gabriel Biestro ha lanzado una estrategia para desbancar a José Juan Espinosa.
Escondido pero trabajando está el expriista Alejandro Armenta quien peleará también por la gubernatura y con el apoyo de la cúpula lopezobradorista también se asoma Rodrigo Abdala.
En el PRI, mientras, no pierden la esperanza, creen que la descomposición de ambos grupos podría darle otra oportunidad a Enrique Doger de ahora sí pelear con todo por ganar la elección.
Todo parece indicar que por un acuerdo de “civilidad política” y en el ánimo de evitar más especulaciones sobre el accidente aéreo, Andrés Manuel López Obrador podría concederle el interinato al PAN, no así la elección que peleará con todo.
En Puebla las opiniones están polarizadas en dos terribles opiniones: quienes celebran la muerte de Alonso y Moreno Valle, y quienes acusan al Gobierno Federal como el responsable de un presunto atentado.
Comienzan “los Juegos del Hambre” por qué grupo será más fuerte, qué grupo se quedará en mayo con Puebla.
Otra vez la moneda está en el aire.
Con información de: Periodico Central
